Trazos para pintar una ciudad medieval
En la pintura realista, a cada pintor le inquieta un sentimiento. La realidad nos seduce, pero somos nosotros quienes, al interpretarla, generamos una nueva amalgama que plasmar para el público.
Y en esa mezcla, el alma del sitio, además de su piel, es lo que nos permite extraer la esencia. Muchas veces ese concepto se relaciona con la belleza, el equilibrio, la luz y la armonía. Y los que además tenemos pasión por la historia, tomamos cada composición como un verdadero viaje en el tiempo. Por eso siempre lo más importante es el modelo. Y es en Sigüenza, donde todos esos conceptos confluyen.
De lejos, aquella antigua ciudad muestra su perfil invariable y característico, dominando el paisaje desde la lastra del castillo, hasta el barrio de la alameda. Y lo hace de forma magistral, como sólo la tradición arquitectónica podría llevarlo a cabo. Rebosa aún de restos medievales, de un pasado fortificado, que cada vez se fue abriendo más al visitante. Hubiera sido más fácil dejarse embaucar siempre por la facilidad y rapidez del hormigón, rompiendo no solo el cromatismo, sino la calidad. Pero es palpable el esfuerzo humano tras cada decisión, tras cada piedra, desde hace siglos.
Una ciudad única por su fortaleza y su catedral, un excelente baluarte castellano, que encaja perfectamente en el lugar. Tanto, que es posible tomarle el rostro desde cualquier perspectiva, pues en todas queda el dibujo encajado.
Ese equilibrio, esa belleza, se complementa con trazos heterogéneos de arquitecturas, de las que suman centenares de años. Testigos de su génesis e historia, sólidamente construidos con la misma piedra que hay bajo los pies. Es por ello posible tomar notas en cualquier rincón, viajando a la Edad Media, o analizando la luz del siglo XVIII.
Es al amanecer ocre amarillo en las piedras del castillo y las eras, es tierra tostada en los tejados, es siena en los alzados de sus casas, es verde y pardo en sus montes y riberas, es azul en las sombras de la niebla del Henares, es púrpura por los hábitos de sus antiguos señores, es… Sigüenza. Antonio Batanero Nieto
Arqueólogo y pintor